Durante mucho tiempo, el aparcamiento gratuito en el trabajo era un derecho de paso para muchos empleados. En los últimos años se ha producido un marcado cambio en este sentido. Cada vez más, las empresas cobran a sus empleados por aparcar en el trabajo.
En este blog, analizaremos rápidamente por qué las empresas están haciendo esto y si podría funcionar para su negocio.
Preocupación por el medio ambiente
La forma más eficaz de reducir el número de personas que van al trabajo en coche es cobrar por el aparcamiento.
Las empresas están empezando a darse cuenta de ello, lo que supone una mala noticia para el aparcamiento gratuito de los empleados. Incluso una tarifa nominal diaria de 5 dólares reducirá drásticamente el uso del aparcamiento.
Muchas empresas, que quieren evitar que sus empleados las tachen de hambrientas de dinero, utilizan estos nuevos ingresos para financiar proyectos de RSC.
No todos los empleados van a estar contentos con este enfoque. Sin embargo, al final la mayoría de la gente se da cuenta de que hay que cambiar la forma de ir al trabajo. Si quieren tener el privilegio de aparcar, tendrán que pagar por ello.
Facilitar a los nuevos automovilistas
Encontrar espacio suficiente es un verdadero reto para muchos empresarios. Una opción popular para los edificios de varios inquilinos es aprovechar Wayleadr.com. El software les permite compartir su espacio entre los empleados en función de la demanda.
Por ejemplo, imaginemos que el arrendatario A tiene 50 plazas y el arrendatario B tiene 50 plazas. Cada viernes es un día de trabajo desde casa para el Inquilino A, mientras que el Inquilino B tiene su reunión semanal de equipo en persona. Wayleadr.com controla cuántas personas del Inquilino A necesitan espacio y puede redistribuir el excedente al Inquilino B.
Evidentemente, el arrendatario B paga al arrendatario A por el privilegio de utilizar su espacio. A algunas empresas les gusta resolver esto a nivel B2B. Sin embargo, muchas empresas trasladan el coste directamente a sus empleados. En general, los empleados están contentos de pagar. Entienden que se trata de una nueva ventaja y que la comodidad tiene un precio.
Compensación de costes
El aparcamiento es un gasto enorme para muchas empresas. El alquiler de una plaza de aparcamiento en una gran ciudad del mundo cuesta hasta 3.000 dólares al año. Esto se acumula rápidamente.
Algunas empresas deciden compensar este coste pasándolo directamente al empleado. ¿Funciona esto? Pues la respuesta es que depende de dos cosas, del empleado y del empresario.
Si su empresa tiene un enfoque muy jerárquico del aparcamiento, por ejemplo, sólo los altos cargos obtienen una plaza gratuita. La introducción de un aparcamiento de pago para los miembros más jóvenes de la plantilla podría considerarse como algo muy positivo. En esencia, se trata de un nuevo beneficio para este grupo de empleados.
Un segundo aspecto a tener en cuenta es la cultura del empleador.
Hay muchos empleadores de bajo coste. Sus empleados entienden que tienen una cultura de mantener los costes muy bajos. Si se espera que un empleado se pague su propia papelería en el trabajo, no le va a sorprender que se le cobre por el aparcamiento.
Incentivos fiscales
Intentar estar al día de las implicaciones fiscales globales del aparcamiento para empleados es un trabajo a tiempo completo en sí mismo. Hay que tener en cuenta que en algunos países y distritos existen subvenciones para los desplazamientos.
Esto significa que los empleados pueden reclamar el coste de los desplazamientos contra sus impuestos. Muchas empresas de estos distritos introducen tasas de aparcamiento para los empleados. En esencia, lo único que hacen es trasladar el coste del aparcamiento al erario público.
En última instancia, a sus empleados no les importa, ya que no pagan. Al fin y al cabo, el coste se compensa con sus impuestos en la nómina.
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